Tipos de Suboficiales en el Ejército español

Si no conoces los distintos tipos de Suboficiales del Ejército español, en este artículo encontrarás respuesta a todas tus dudas.

Como verás, existen diferentes empleos y especialidades dentro de esta categoría, en cualquiera de los tres ejércitos.

¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!

¿Qué es un Suboficial de las Fuerzas Armadas?

La de Suboficiales es una de las cuatro categorías en las que se estructura el Ejército español. Así, de mayor a menor rango, tenemos:

• Oficiales Generales.
• Oficiales.
• Suboficiales.
• Tropa y Marinería.

De este modo, si superas las oposiciones de Suboficial, te situarías un peldaño por encima de los soldados o marineros, dentro del escalafón de rangos militares.

Se trata de una categoría fundamental para las Fuerzas Armadas, que tiene atribuidas dos grandes tipos de funciones:

• Transmitir, cumplir y hacer cumplir, en todas las circunstancias y situaciones, las órdenes e instrucciones recibidas.
• Asegurar la ejecución de las tareas encomendadas en la realización de funciones operativas, técnicas, logísticas, administrativas y docentes.

En el desarrollo de estas tareas, los Suboficiales van a ser estrechos colaboradores de los Oficiales y ejercen como líderes para sus subordinados.

¿Dónde se regulan los distintos tipos de Suboficiales del Ejército?

La principal norma que regula este y los demás rangos del Ejército español es la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la carrera militar.

¿Cuáles son los tipos de Suboficiales del Ejército español?

De acuerdo con la normativa que acabamos de citar, estos son los 5 tipos de Suboficiales que existen en el Ejército español, de mayor a menor rango:

• Suboficial mayor.
• Subteniente.
• Brigada.
• Sargento primero.
• Sargento.

Cada una de estas tipologías se denomina «empleo militar». Por tanto, podemos decir que, dentro de la categoría de Suboficiales, existen 5 empleos diferentes.

No obstante, al hablar de «tipos de Suboficiales del Ejército», también podemos referirnos a las distintas especialidades que existen dentro de esta categoría.

Veamos algunas de las más importantes.

Especialidades en la categoría de Suboficiales

Efectivamente, una vez que accedes a la categoría de Suboficial, con el empleo que te corresponda, puedes ejercer tus funciones en distintos cuerpos de cualquiera de los tres Ejércitos (Tierra, Aire y Armada), además de poder adquirir diferentes especialidades.

Así, por ejemplo, en la categoría de Suboficiales del Ejército de Tierra existen las siguientes especialidades:

• Infantería.
• Caballería.
• Artillería.
• Ingenieros.
• Transmisiones.
• Aviación del Ejército de Tierra.
• Electrónica y Telecomunicaciones.
• Mantenimiento y Montaje de Equipos.
• Informática.
• Automoción.
• Mantenimiento de Aeronaves.
• Mantenimiento de Armamento y Material.

En la Armada, tenemos las siguientes especialidades para la categoría de Suboficial:

• Administración.
• Alojamiento y Restauración.
• Armas.
• Comunicaciones y Sistemas de Información.
• Energía y Propulsión.
• Maniobra y Navegación.
• Sistemas.

Finalmente, en el Ejército del Aire, existen las siguientes especialidades para los Suboficiales:

• Protección de la Fuerza y Apoyo a las Operaciones.
• Mantenimiento Aeronáutico.
• Sistemas de Información, Comunicaciones y Ciberdefensa.
• Mantenimiento de Electrónica.
• Control Aéreo.
• Administración.

Ten en cuenta que todas estas especialidades se integran en los cuerpos generales de cada uno de los tres Ejércitos.

Por otra parte, existen distintas especialidades en cuerpos diferentes. Por poner un ejemplo, en la escala de Suboficiales del Cuerpo de Músicas Militares existe una única especialidad: la de «instrumentista».

¿Cómo puedo ser Suboficial?

Para acceder a la categoría de Suboficiales del Ejército, existen dos vías alternativas:

• Mediante promoción interna, si ya formas parte de la Escala de Tropa y Marinería. Para ello, debes tener al menos un año de servicios en el Ejército. El proceso selectivo se realizará mediante concurso-oposición, con distintas pruebas, dependiendo si accedes con o sin titulación previa de Técnico Superior.
• Mediante ingreso directo, también a través de un procedimiento de concurso-oposición. Además de las pruebas físicas, psicológicas y el reconocimiento médico, tendrás que superar determinados exámenes, que serán distintos según la forma de acceso (con o sin título). Al menos, se tratará de una prueba de inglés y, en determinados casos, también de matemáticas y física.

Si quieres más información sobre estas oposiciones, puedes consultar los artículos que dedicamos a analizar el examen de Suboficial del Ejército y el baremo de méritos.

¿Son difíciles estas oposiciones?

En términos generales, podemos decir que estas oposiciones son bastante competidas, pero no tienen por qué resultar muy difíciles si las preparas de forma adecuada.

Así, aunque cada persona es distinta, se puede estimar que probablemente bastaría con que dedicases a la preparación entre 6 meses y un año.

Ahora bien, debes tomarte en serio el proceso, marcarte una rutina de preparación adecuada y seguirla de forma constante y regular. Además, si cuentas con la ayuda de una buena academia especializada en oposiciones del Ejército, multiplicarás tus opciones de éxito.

¿Cuánto se gana?

El salario de los Suboficiales depende de diversas circunstancias, como el empleo que desempeñes dentro del rango, tu antigüedad en el Ejército, la especialidad que desarrolles, etc.

De todos modos, podemos decir que el sueldo de un Suboficial oscila entre los 2.000 – 2.500 €, a lo que hay que sumar los trienios (antigüedad), más los complementos correspondientes.

Por tanto, las retribuciones que efectivamente percibas pueden llegar a ser bastante más elevadas.

Tienes más detalles en el artículo que dedicamos a analizar el sueldo de Suboficial.

Ahora que ya sabes cuáles son los tipos de Suboficiales del Ejército español, ¿te interesaría acceder a una de estas plazas?

Si es así, no dudes en informarte de los requisitos que debes cumplir y empieza ya a prepararte para la próxima convocatoria. Sin duda, el esfuerzo merece la pena.

¡Ánimo y suerte!