Pruebas físicas del Ejército para mujeres

En este artículo veremos en qué consisten las pruebas físicas del Ejército para una mujer, qué marcas se exigen y cuál es la mejor forma de prepararse para superarlas.

Si estás pensando en preparar las oposiciones de Tropa y Marinería, ¡sigue leyendo!

¿Dónde se regulan las pruebas físicas del Ejército para mujer?

Todos los detalles de las pruebas físicas del Ejército para mujeres vienen regulados en las bases de la convocatoria vigente en cada momento.

Centrándonos en las plazas de Tropa y Marinería, a día de hoy, la convocatoria más reciente es la publicada en el BOE de fecha 19/01/2023.

En concreto, encontrarás la regulación de estas pruebas físicas del Ejército para aspirantes femeninas en el Apéndice 4.

No obstante, te explicaremos todo lo que necesitas saber en los siguientes apartados.

¿Cuándo se realizan?

Las pruebas físicas del Ejército, para mujeres y hombres, se encuadran dentro de la segunda fase del proceso selectivo.

En consecuencia, debes haber superado la primera fase para poder acceder.

Para que puedas verlo de una forma más esquemática, esta es la estructura de todo el procedimiento:

• Fase primera, que se divide en:
  • Concurso, para realizar la valoración de los méritos (generales, académicos y militares).
  • Oposición, donde se realiza la «prueba de aptitudes» psicotécnicas (verbal, numérica, espacial, mecánica, perceptiva, memoria y razonamiento abstracto).
• Fase segunda, que incluye las siguientes pruebas:
  • Prueba de personalidad, donde se analizan diversos parámetros de la personalidad de cada aspirante.
  • Reconocimiento médico, para comprobar que no concurre ninguna causa de exclusión médica.
  • Pruebas de aptitud física, que analizamos en los siguientes apartados.

Requisitos para realizar las pruebas físicas del Ejército como mujer

Además de cumplir los requisitos para presentarse a las oposiciones de Tropa y Marinería, para acceder a las pruebas físicas del Ejército como mujer se exige:

• Haber superado las fases anteriores del proceso selectivo y, específicamente, el reconocimiento médico.
• Presentarse con vestuario deportivo adecuado para su realización.

Protección de la maternidad en las pruebas físicas del Ejército como mujer

Sin duda, una de las mayores diferencias que presentan las pruebas físicas del Ejército para las mujeres son las medidas de protección de la maternidad.

Así, de acuerdo con las bases, si no pudieses realizar las pruebas por embarazo, parto o posparto, debidamente acreditado mediante certificación médica oficial, podrás realizar el resto del proceso de selección en ese momento, salvo los ejercicios físicos.

De este modo, si lo aprobases, tu plaza quedará condicionada a la superación de las pruebas de aptitud física en un momento posterior (dentro del plazo de dos años).

¿En qué consisten las pruebas físicas del Ejército para mujeres?

Los cuatro ejercicios que componen las pruebas físicas del Ejército son iguales para mujeres y hombres. Como luego veremos, solo cambian las marcas exigidas.

Veamos en qué consiste cada uno:

1. Salto de longitud sin carrera

El objetivo es evaluar la potencia del tren inferior de las aspirantes, del modo siguiente:

• Posición de partida: de pie, con los pies separados simétricamente, detrás de la línea marcada en el suelo.
• Ejecución: flexionar las rodillas, llevando los brazos atrás, para impulsarse en el salto hacia adelante. No puede tomarse carrera.
• Finalización: debe caerse con ambos pies al mismo tiempo.
• Valoración: se mide la distancia desde la línea de batida hasta el punto de contacto más próximo a la misma.
• Intentos: se permiten 3, computándose el mejor resultado.

2. Abdominales

Esta segunda prueba física del Ejército (para mujer u hombre), mide la resistencia muscular abdominal de las aspirantes:

• Posición de partida: tendida boca arriba sobre una colchoneta o esterilla. Las piernas estarán flexionadas a 90º en las rodillas, con los talones apoyados en el suelo y sujetos por otra persona o dispositivo. Brazos flexionados y sobre el pecho.
• Ejecución: debe elevarse el tronco, sentándose y tocando con los codos en los muslos o en las rodillas de forma que los brazos se mantengan horizontales y volviendo a la posición de tendida con el apoyo lumbar en la colchoneta. No se permiten descansos.
• Objetivo: realizar el mayor número de repeticiones ininterrumpidas en el tiempo máximo de un minuto, contado a partir de la primera repetición.
• Valoración: se computa el número de repeticiones efectuadas correctamente.

3. Flexo-extensiones de brazos

En este ejercicio se evalúa la resistencia muscular del tren superior. Consiste en lo siguiente:

• Posición de partida: en posición de decúbito prono (boca abajo), con las palmas de las manos apoyadas en el suelo a la altura de los hombros y brazos extendidos.
• Ejecución: realizar el ciclo de flexión y extensión de brazos, siempre tocando con la barbilla en la almohadilla colocada al efecto. Debe mantenerse una correcta alineación del cuerpo.
• Objetivo: realizar el mayor número de flexo-extensiones (o superar el mínimo de ciclos exigidos en función del nivel de las plazas solicitadas).
• Valoración: se computa el número de ciclos completos efectuados correctamente.

4. Carrera de ida y vuelta

Finalmente, en este último ejercicio de las pruebas físicas del Ejército para mujer, se trata de medir la resistencia cardio-respiratoria de las aspirantes, a través de un ejercicio de course navette:

• Posición de partida: de pie, detrás de la línea de salida.
• Ejecución: al oír la señal de comienzo, debes correr hasta la línea contraria, situada a 20 metros de distancia, siguiendo la velocidad marcada. Esta irá aumentando progresivamente cada 60 segundos, indicándose con señales acústicas. Los virajes al sobrepasar las líneas deben realizarse pivotando sobre ti misma. Solo se permiten dos desajustes de dos metros de adelanto o de retraso con respecto a la señal. Tampoco podrás ir a la línea contraria antes de que haya sonado la señal, ni cambiar de calle.
• Descalificación: se interrumpirá la carrera en el momento en que por tres veces incumplas las normas que rigen la prueba o si ya no eres capaz de seguir el ritmo que se impone al no sobrepasar las líneas que delimitan la distancia de 20 metros, indistintamente.
• Valoración: se computa el total de períodos realizados e indicados por la cinta sonora antes de pararse la aspirante.

Marcas y calificación

Como te decíamos, aquí radica la gran diferencia de las pruebas físicas del Ejército para mujer o para hombre.

En esta tabla puedes ver las marcas exigidas para cada uno:

Los diferentes niveles (A, B, C, D) hacen referencia a la clasificación de los distintos tipos de puestos convocados.

Cómo preparar las pruebas físicas del Ejército si eres mujer

Para maximizar tus opciones de superar las pruebas físicas del Ejército como mujer, te recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos:

1. Comienza con antelación suficiente

Trata de empezar a entrenar con un margen de tiempo suficiente respecto del inicio del proceso selectivo.

Esto es especialmente importante si no estás en buena forma o no conoces la mecánica de los ejercicios.

Trata de ir adquiriendo condición física poco a poco, antes de comenzar entrenamientos específicos. No te olvides de hacer los calentamientos y enfriamientos correspondientes.

2. Adquiere la técnica adecuada

Es importante que comprendas perfectamente las instrucciones de cada ejercicio y que los ejecutes con la técnica más adecuada. De este modo:

• Evitarás una posible descalificación.
• Prevendrás lesiones.
• Podrás conseguir mejores marcas.

Si tienes acceso a un entrenador personal, aprovecha para consultarle todas tus dudas.

3. Entrena de forma específica y progresiva

Trata de practicar cada uno de los ejercicios de forma individualizada, aplicando siempre la técnica más eficiente para conseguir superarlos.

Empieza por conocer los movimientos correctos y la mecánica de cada prueba. Ejecútalos de forma lenta y concentrada.

Progresivamente, ve incrementando la velocidad y dificultad de los entrenamientos, hasta conseguir unas marcas que te permitan superar holgadamente el proceso selectivo.

Recuerda que es habitual que el día del examen las aspirantes no logren rendir al máximo de sus capacidades.

En definitiva, las pruebas físicas del Ejército para una mujer son bastante asequibles, siempre que comiences a entrenar con antelación suficiente y siguiendo un plan adecuado a tus capacidades.

¡Suerte en los exámenes!