¿Es difícil ser bombero?

"*" señala los campos obligatorios
9 de agosto de 2023
Aunque mucha gente afirma que es difícil ser bombero, no siempre se explican las razones, más allá de algunas impresiones subjetivas sobre las oposiciones de bomberos.
Sin embargo, en este artículo trataremos esta cuestión desde el plano de la profesión y no tanto de la preparación de este proceso selectivo, así que si quieres indagar más sobre el plano de la oposición, te recomendamos que eches un vistazo a este otro artículo donde abordamos esta otra cuestión.
¿Tu qué opinas, crees que es difícil ser bombero?
Si quieres descifrar este enigma, ¡sigue leyendo!
Por qué se considera que es difícil ser bombero: retos del oficio
La profesión de bombero conlleva una serie de exigencias que hacen de este un oficio especialmente duro, tanto a nivel físico como psicológico. En primer lugar, la preparación física es fundamental, ya que se requiere gran resistencia, fuerza y capacidad aeróbica para intervenir en incendios, rescates en altura, accidentes de tráfico y otras situaciones de emergencia que ponen al límite las capacidades del cuerpo.
A esto se suma la necesidad de mantener la calma y tomar decisiones rápidas bajo presión, en entornos donde el margen de error es mínimo y cualquier fallo puede tener consecuencias fatales. La gestión del estrés y la capacidad de trabajar en equipo en condiciones extremas son habilidades esenciales.
Desde el punto de vista emocional, enfrentarse a situaciones traumáticas, como accidentes graves, catástrofes o víctimas en estado crítico, puede suponer un desgaste psicológico importante. Además, los turnos rotatorios, las guardias de 24 horas y la incertidumbre de no saber qué tipo de emergencia se presentará en cada jornada convierten este trabajo en un desafío constante.
¿Cuáles son los riesgos físicos de ser bombero?
Como te adelantábamos en el párrafo previo ser bombero es una profesión que entraña diversos riesgos, entre ellos, riesgos a nivel físico y es que no es casualidad que muchas personas los vean como héroes de carne y hueso, ya que deben enfrentarse a situaciones extremas donde el esfuerzo físico y la resistencia son clave. El riesgo de lesiones es una de las principales preocupaciones en la profesión de bombero. Esto se debe, fundamentalmente, a que este trabajo implica esfuerzos físicos intensos, movimientos repetitivos y situaciones extremas que pueden derivar en problemas musculoesqueléticos o lesiones graves si no se toman las precauciones adecuadas.
Uno de los factores más determinantes es la sobrecarga física. El manejo de equipos pesados, el transporte de víctimas o la manipulación de herramientas de rescate exigen una gran fuerza y resistencia, lo que aumenta el riesgo de lesiones en la espalda, los hombros y las articulaciones. Las posturas forzadas, como trabajar en espacios reducidos o en posiciones incómodas durante largos periodos de tiempo, también pueden provocar problemas a largo plazo.
Además, el trabajo en condiciones extremas incrementa el peligro. Altas temperaturas, ambientes con humo y gases tóxicos, superficies inestables o resbaladizas y la necesidad de actuar con rapidez en situaciones de emergencia pueden favorecer caídas, golpes y esguinces. En incendios, por ejemplo, la combinación de fatiga, calor extremo y el peso del equipo puede provocar deshidratación y golpes de calor, lo que reduce la capacidad de reacción y aumenta la vulnerabilidad a accidentes.
El uso de herramientas especializadas también conlleva riesgos. Equipos como motosierras, radiales, cizallas hidráulicas o arietes mecánicos requieren una gran precisión y control, ya que su manejo inadecuado puede causar cortes, aplastamientos o accidentes graves. Además, en operaciones de rescate en altura o en espacios confinados, un descuido puede tener consecuencias fatales.
Por estas razones, la preparación física debe complementarse con una adecuada prevención de lesiones, lo que incluye entrenamientos específicos de fuerza y movilidad, técnicas de levantamiento seguras, mantenimiento de la flexibilidad y control postural. Además, el descanso y la recuperación son fundamentales para evitar el sobreentrenamiento y reducir el desgaste físico a lo largo de la carrera profesional.
Ser bombero: un desafío psicológico
Ser bombero también supone un desgaste en el plano psicológico. Para poder desarrollarte dentro de este Cuerpo tendrás que disponer de una gran fortaleza mental, que no es innata y es que también deberás trabajar. Tendrás que estar preparado para afrontar situaciones de alto estrés, tomar decisiones bajo presión y enfrentarte a experiencias traumáticas que pueden dejar secuelas a largo plazo.
Uno de los factores más determinantes es la exposición constante a situaciones críticas. Serás testigo de accidentes graves, incendios devastadores, rescates con víctimas en estado crítico e incluso fallecimientos. La carga emocional de estos eventos puede generar ansiedad, estrés postraumático o sentimientos de impotencia ante situaciones en las que no se logra salvar una vida.
Además, el estrés operativo es otro de los grandes desafíos que tendrás que encarar. Como mencionamos antes, la necesidad de actuar con rapidez, tomar decisiones en segundos y gestionar el riesgo propio y de los compañeros en cada intervención requiere una gran capacidad de autocontrol. La presión de saber que un error puede costar vidas puede derivar en altos niveles de ansiedad y fatiga mental.
Otro factor diferencial que tendrás que afrontar es el impacto de los turnos y horarios de trabajo, que afectarán directamente a tu bienestar emocional. Trabajarás en turnos rotativos y harás guardias prolongadas. Esto implica alteraciones en los ciclos de sueño, fatiga acumulada y dificultades para mantener una rutina estable. La falta de descanso puede aumentar tu irritabilidad, reducir la capacidad de concentración y dificultar la gestión del estrés, lo que a su vez incrementa el riesgo de agotamiento emocional.
Por último, el impacto en tu vida personal puede ser significativo. La carga psicológica del trabajo, sumada a los horarios irregulares, puede afectar la conciliación familiar y social. Muchas veces, los bomberos deben lidiar con el agotamiento emocional acumulado, lo que puede generar dificultades para desconectar del trabajo o incluso trastornos del sueño.
Por estas razones, también es importante que incluyas una preparación psicológica en tu entrenamiento. Estrategias como el trabajo en equipo, el apoyo psicológico, la gestión del estrés y la resiliencia emocional son claves para afrontar el impacto de esta profesión. Del mismo modo, mantener una buena red de apoyo, desarrollar hábitos saludables de descanso y aprender técnicas de relajación te ayudará a reducir el desgaste mental y mejorar el bienestar a lo largo de la carrera profesional.
Nuevos desafíos que tendrás que afrontar como bombero
Como futuro bombero en España tendrás que hacer frente a nuevos desafíos que serán cada vez más frecuentes y que se vinculan principalmente con factores geográficos, climáticos y urbanos.
En áreas del norte, como Galicia, la alta densidad forestal y las condiciones climáticas húmedas incrementan el riesgo de incendios forestales, especialmente durante los meses secos. Por otro lado, en el sureste peninsular, regiones como Murcia y la Comunidad Valenciana enfrentan fenómenos meteorológicos extremos, como las DANAs, que provocan lluvias torrenciales e inundaciones repentinas. Estas situaciones exigen una preparación y respuesta inmediata por parte de los bomberos.
El cambio climático ha intensificado estos eventos, aumentando la frecuencia y severidad de incendios forestales e inundaciones en diversas partes del país. Según un informe de Germanwatch, España se encuentra entre los diez países más afectados por eventos meteorológicos extremos en las últimas décadas, registrando aproximadamente 27000 muertes y pérdidas económicas significativas.
Además, la urbanización creciente y la expansión de infraestructuras en zonas vulnerables complican las labores de los bomberos, ya que deben adaptarse a entornos urbanos densos y, al mismo tiempo, a áreas rurales propensas a desastres naturales. La combinación de estos factores hace que la profesión de bombero en España sea especialmente exigente, requiriendo una formación continua y una adaptación constante a las nuevas realidades impuestas por el entorno y el clima.
Es importante destacar que, aunque las DANAs afectan principalmente al sureste de España, otras regiones enfrentan desafíos climáticos distintos pero igualmente demandantes. Por ejemplo, Galicia, aunque menos afectada por las DANAs, debe lidiar con borrascas atlánticas que pueden provocar fuertes vientos e inundaciones, añadiendo otra capa de complejidad al trabajo de los bomberos en esa zona.
En resumen, si quieres ser bombero en España has de enfrentarte una variedad de desafíos que varían según la región, todos ellos muy ligados al cambio climático y la transformación del entorno.
Así que, si quieres ser bombero, y sientes una fuerte vocación hacia esta profesión, te animamos a que te conviertas en uno de estos profesionales, ya que, aunque como ves, tendrás que asumir muchos riesgos lo beneficios y la satisfacción personal de salvar vidas, es impagable y siempre será la mejor recompensa.
¿Te gustaría intentarlo?